miércoles, 9 de julio de 2008

Saber, soñar y ver



Tres caras tiene el espejo:
todos destinos equivocados,
y es más que algo complejo
vivir cien horas del día.

Saber que no es la salida
y aferrarse a la ilusión
creando nuevas heridas,
terminarán en decepción.

Soñar recuerdos pasados,
recrearlos sin saber;
desear seguir aferrados
al camino del deber.

Ver una nueva senda,
anhelar alcanzarla pronto;
cediendo va la esperanza,
sueños en mil trozos rotos.

Conclusiones que no existen,
quimeras solo has de ver;
ideales que se rigen
por la necesidad de ser.

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